La necesidad de un consenso familiar-escolar

Está demostrado que la compenetración profesor-padre es totalmente necesaria en la educación de nuestros hijos. Así, en la teoría parece estar muy claro que deberían ser los padres los principales implicados en la educación de sus hijos. Pero no en todos los casos esto es así.

En los últimos años han aumentado considerablemente los casos en los que los mismos padres arrebatan la autoridad a los profesores dándoles la razón en todas las ocasiones a sus hijos, aunque los diferentes estudios demuestran que este modelo no representa a una mayoría. Por su parte los docentes siguen reclamando más atención por parte de los padres. Así lo afirma  Mar Usagre, directora del CEIP Federico Maicas, quien afirma: “hay que concienciar a las familias de la necesidad de que los profesores seamos algo más de lo que somos”.

Tanto padres como profesores deben concienciarse de que debe haber una acción bilateral y complementaria para lograr unos resultados óptimos. Carmen Abengózar, profesora de Psicología de la Educación de la Universidad de Valencia, apunta que en el proceso educativo del niño es necesario una «colaboración total» entre los padres y los maestros. De este modo, se puede conseguir un «proceso continuado en su educación». Que los valores y conocimientos que se aprenden en el aula tengan continuación en casa, y también a la inversa.

Para lograr mejorar notablemente los resultados de los alumnos se necesita, ahora más que nunca, una compenetración y colaboración total entre los docentes y los padres. Así lo reivindican tanto asociaciones docentes como las diferentes asociaciones de padres y madres. La Presidenta de FAPA Valencia (Federación de Asociaciones de Madres y Padres de la Provincia de Valencia), MªJosé Navarro, opina que tanto padres como centros educativos deben asumir su parte en la educación de los niños. Además, resalta que la interactuación padre-tutor/profesor debe ser un «nexo constante».

 

Una mayor implicación por parte de todos puede lograr cambiar poco a poco la situación actual. Por un lado, los centros deberían hacer más accesibles los horarios de tutorías para los padres. Por su parte, los padres deberían apostar claramente por una interacción contínua con el profesor.

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